ATICANO, 29 Jul. 13 / 11:01 am (ACI).-
El
 Papa Francisco sorprendió hace unas horas a las decenas de periodistas 
que lo acompañaron en el vuelo de regreso a Roma, al improvisar una 
rueda de prensa. Sus respuestas ya comenzaron a dar la vuelta al mundo y
 las tergiversaciones también. Compartimos la transcripción que hizo el 
diario español El Mundo.
 
 
Transcripción de las respuestas del Papa en el avión / Diario El Mundo:
 
Buenas tardes. Muchas gracias. Estoy contento. Ha sido un viaje hermoso.
 Espiritualmente me ha hecho bien. Estoy bastante cansado, pero con el 
corazón alegre. Me ha hecho bien. Encontrarte la gente te hace bien 
porque el Señor trabaja en cada uno de nosotros. Trabaja en el corazón. 
La riqueza del Señor es tanta que siempre podemos recibir tantas cosas 
hermosas de los otros. Esto me hace bien a mí. Como primer balance. 
 
Luego, la bondad y el corazón del pueblo brasileño es grande. Es un 
pueblo amable, que ama la fiesta, que en el sufrimiento siempre 
encuentra un camino para buscar el bien en alguna parte. Esto hace bien.
 Un pueblo alegre. Un pueblo que ha sufrido tanto. Es contagiosa la 
alegría de los brasileños. Tiene un gran corazón este pueblo.
 
Luego, los organizadores, tanto de nuestra parte como de los 
brasileños... me he sentido que estaba delante de un ordenador. La 
encarnación del ordenador [señala a Gasbarri]. De verdad, estaba todo 
cronometrado. Luego hemos tenido problemas con la hipótesis de la 
seguridad. La seguridad por allí y por aquí. No ha habido ni un 
incidente en todo Río de Janeiro en estos días. 
 
Todo era espontáneo. Con menos seguridad yo he podido ir con la gente, 
abrazarles, saludarles, sin coches blindados. La seguridad de fiarse de 
un pueblo. De verdad que siempre hay el peligro de que haya un loco, de 
que haya un loco que haga algo. Pero también está el Señor. Hacer un 
espacio blindado entre el obispo y el pueblo es una locura. Prefiero 
esta locura, fuera, tener el riesgo de la otra locura, la locura fuera. 
La cercanía nos hace bien a todos.
 
Luego la organización de la jornada, no esta precisa, todo, la parte 
artística, la parte religiosa, la parte catequética, la parte litúrgica,
 ha sido bellísima. También ellos tienen una capacidad de expresarse con
 el arte. Ayer, por ejemplo, han hecho cosas bellísimas, bellísimas.
 
Luego, Aparecida. 
Para mí ha sido una experiencia religiosa fuerte. Recuerdo la V 
conferencia. Fui allí a rezar, a rezar. Quería ir allí solo, un poco 
escondido, pero había una muchedumbre impresionante y no era posible. 
Eso lo sabía antes de llegar. Hemos rezado. No sé. 
 
Una cosa... El trabajo vuestro ha sido, me dicen, yo no he leído diarios
 estos días ni he visto la televisión, no he tenido tiempo, pero me 
dicen que ha sido un trabajo bueno, bueno, bueno. Gracias. Gracias por 
la colaboración que vosotros habéis ofrecido.
 
Luego está el número de los jóvenes. Hoy no puedo creerlo, pero hoy el 
gobernador hablaba de tres millones. No puedo creérmelo, pero desde el 
altar, no sé si alguno de vosotros ha estado en el altar, desde el altar
 hasta el final estaba toda la playa llena, hasta la curva. Más de 4 
kilómetros. Tantos jóvenes. Dicen, me ha dicho monseñor Tempesta, que 
eran de 178 países. También el vicepresidente me ha dicho este número. 
Eso es seguro. Es importante.
 
- Santidad, buenas noches. En nombre de todos los compañeros le 
queremos agradecer estos días que nos ha regalado en Río de Janeiro, el 
trabajo que ha hecho y el esfuerzo que le ha supuesto. Y también, en 
nombre de todos los periodistas españoles, les queremos agradecer las 
plegarias y los rezos por las víctimas del accidente ferroviario de 
Santiago de Compostela. Muchísimas gracias. La primera pregunta no tiene
 mucho que ver con el viaje, pero aprovechamos la ocasión de que nos da 
esta posibilidad y quería preguntarle: Santidad, en estos cuatro meses 
de pontificado hemos visto que ha creado varias comisiones para reformar
 la Curia vaticana. Quisiera preguntare: ¿qué tipo de reforma tiene en 
mente? ¿Contempla la posibilidad de suprimir el IOR, el llamado banco 
del Vaticano?
 
- Los pasos que fui dando en estos cuatro meses y medio vienen de dos 
vertientes. El contenido de lo que había que hacer, todo, viene de la 
vertiente de las congregaciones generales que tuvimos los cardenales. Fueron cosas que los cardenales
 pedimos al que iba a ser el nuevo Papa. Yo me acuerdo que pedía muchas 
cosas, pensando en otro (risas) Pedíamos que había que hacer esto...  
 
Por ejemplo, en la comisión de ocho cardenales, es importante tener una 
consulta outsider, no las consultas que se tienen, sino outsider. Esto 
va en la línea, y aquí hago como una abstracción, en la línea de la 
maduración de la relación entre sinodalidad y primado. Estos ocho 
cardenales favorecen la sinodalidad. Ayudan a que los diversos 
episcopados del mundo se vayan expresando en el mismo gobierno de la Iglesia.  
 
Hay muchas propuestas que se hicieron que aún no están puestas en 
práctica como la reforma de la secretaría del sínodo, en la metodología,
 cómo la comisión postsinodal, que tenga carácter permanente de 
consulta, cómo los consistorios cardenalicios con temáticas no tanto 
formales como por ejemplo una canonización, sino con otras temáticas, 
etcétera. La vertiente de los contenidos viene de ahí.
 
La segunda vertiente es la oportunidad. Te confieso que a mí no me 
costó, al mes de pontificado, armar la comisión de los ochos 
cardenales. 
 
La parte económica pensaba tratarla el año que viene, porque no es lo 
más importante que hay que tocar. Sin embargo, la agenda se cambió 
debido a unas circunstancias que ustedes conocen, que son de dominio 
público, y que aparecieron problemas y había que enfrentarlos. El 
primero el problema del IOR: cómo encaminarlo, cómo delinearlo, cómo 
reformularlo, cómo sanear lo que haya que sanear. Ahí está la primera 
comisión de referencia. 
 
Ustedes conocer el quirógrafo, sus integrantes, lo que se pide... 
Después tuvimos la reunión de la comisión de los 15 cardenales que se 
ocupan de los aspectos económicos de la Santa Sede.
 Son de todas partes del mundo. Y allí, preparando la reunión, se vio la
 comisión de hacer una misma comisión de referencia para toda la 
economía de la Santa Sede. Se tocó el problema económico fuera de 
agenda, pero estas cosas suceden en el oficio de gobierno. Uno va por 
aquí pero le patean un golazo de allá y lo tiene que atajar, ¿no es 
cierto? La vida es así y eso es lo lindo de la vida. 
 
Respecto a la pregunta que me hacía del IOR. Perdón estoy hablando en 
castellano (cambia al italiano) No sé cómo terminará el IOR. Algunos 
dicen que tal vez es mejor que sea un banco, otro que es mejor que sea 
un fondo de ayuda, otros dicen que hay que cerrarlo. Se escuchan estas 
voces. Yo no sé, me fío del trabajo de las personas del IOR, que están 
trabajando cone sto. también de la comisión. El presidente del IOR 
continúa, el que había antes, mientras que el director y el vicedirector
 han presentado su dimisión. 
 
No sé decirle cómo terminará esta historia. Esto es también hermoso. Se 
busca, se encuentra. Somos humanos. Debemos encontrar lo mejor, pero las
 características del IOR sea un banco, un fondo o lo que sea, sus 
características deben ser transparencia y honestidad. Debe ser así. 
Gracias.
 
- Santo Padre, mi pregunta es tal vez indiscreta. Ha dado la 
vuelta al mundo la fotografía de cuando hemos partido de usted, que sube
 la escalerilla del avión llevando un maletín negro. Ha habido artículos
 en todo el mundo comentando esta novedad. Ha habido hipótesis de qué 
contenía el maletín. ¿Por qué la ha llevado usted y no un colaborador? 
¿Nos puede decir que era dentro?
 
- No había dentro la llave de la bomba atómica. La llevaba porque 
siempre lo he hecho. Cuando viajo la llevo. Dentro llevo la cuchilla de 
afeitar, el breviario, la agenda, un libro para leer. Llevo uno sobre 
Santa Teresita, de la que soy devoto. Siempre llevo el maletín cuando 
viajo, es normal. Debemos ser normales. Es un poco extraño lo que me 
dices que ha dado la vuelta al mundo esa foto. Debemos habituarnos a ser
 normales. La normalidad de la vida
 
- Santidad, ¿por qué usted pide tan insistentemente que se rece 
por usted? No es normal o habitual escuchar tanto a un Papa que pide que
 recen por él.
 
-Yo siempre he pedido esto. Cuando era sacerdote lo pedía pero no tan 
frecuentemente . He comenzado a pedirlo con cierta frecuencia en el 
trabajo de obispo. Siento que si el Señor no ayuda en este trabajo, para
 que el pueblo de Dios vaya hacia adelante, uno no puede. 
 
Yo me siento de verdad con tantos límites, con tantos problemas, también
 pecador. Vosotros lo sabéis. Debo pedir esto, me viene de dentro. 
También a la Virgen le pido que rece por mí al Señor. Es una costumbre 
que me viene de fuera, también de la necesidad que tengo por mi trabajo.
 Siento que debo pedirlo. Es así.
 
- Santidad, en la búsqueda de hacer estos cambios, usted dijo al
 grupo de América Latina que hay tantos santos que trabajan en el 
Vaticano, pero también personas que son un poco menos santas. ¿Ha 
encontrado resistencia a su deseo de cambiar las cosas en el Vaticano? 
La segunda pregunta es: usted vive de un modo muy austero en Santa 
Marta, ¿quiere que sus colaboradores, también los cardenales, sigan este
 ejemplo y vivan en comunidad o es algo sólo para usted?
 
- Los cambios vienen también de dos vertientes. Lo que los cardenales 
hemos pedido y lo que viene de mi personalidad. Usted hablaba de que me 
he quedado en Santa Marta. Pero no podría vivir solo en el palacio, no 
es lujoso. El apartamento pontificio no es tan lujoso, es amplio y 
grande, pero no lujoso. Pero yo no puedo vivir solo o con un pequeño 
grupito. Necesito a gente, encontrarme con la gente, hablar con la 
gente. 
 
Por eso cuando los chicos de las escuelas jesuitas me han preguntado que
 si era por austeridad o por pobreza, les he dicho que no. Es por 
motivos psiquiátricos, porque psicológicamente no puedo. Cada uno debe 
llevar adelante su vida con su modo de vivir y de ser. Los cardenales 
que trabajan en la Curia no viven como ricos o fastuosos. Viven en 
apartamentitos, son austeros los que conozco. 
 
Cada uno debe vivir como el Señor le pide que viva. La austeridad , una 
austeridad general creo que es necesaria para todos, para todos los que 
trabajamos en el servicio de la Iglesia. Hay muchas tonalidades de 
austeridad, cada uno de buscar su camino. 
 
Respecto a los santos, es verdad: hay santos en la curia. Cardenales, 
sacerdotes, obispos, monjas, laicos... Es gente que reza, que trabaja 
mucho y que también va al encuentro de los pobres. A escondidas. Yo sé 
de algunos que dan de comer a los pobres o que en su tiempo libre acuden
 a hacer ministerio en una iglesia o en otra. Hay santos en la curia. 
Aunque también hay alguno que no es tan santo. Y esos son los que hacen 
más ruido. 
 
Ya sabéis que hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece. Y
 me duelen esas cosas. Hay algunos que dan escándalo. Tenemos este 
monseñor en prisión, creo que aún sigue en prisión, y no ha ido a la 
cárcel porque se pareciera precisamente a la beata Imelda... No era un 
santo. Son escándalos y hacen daño.
 
Una cosa que nunca he dicho antes y de la que me he dado cuenta: creo 
que la curia ha caído de nivel respecto al que tenía en los tiempos de 
los viejos curiales, fiel, que hacía su trabajo. Necesitamos esas 
personas. Creo que hay, pero no tantas como en una época. El perfil del 
viejo curial, yo lo llamo así; tenemos que tener más de esos.
 
Sobre si encuentro resistencia…: si hay resistencia por ahora yo no la 
he visto. Es verdad que no he hecho tantas cosas. Lo que si he 
encontrado es ayuda y gente leal. 
 
Por ejemplo, a mi me gusta cuando una persona me dice: ´Yo no estoy de 
acuerdo´, y esto lo he encontrado. ´Yo esto no lo veo, no estoy de 
acuerdo, yo se lo digo y luego haga lo que quiera´: alguien que te dice 
eso es un verdadero colaborador, y eso lo he encontrado. Pero esos que 
te dicen: "Ay, qué bonito, qué bonito, qué bonito", y luego dicen lo 
contrario en otra parte, todavía no me he dado cuenta. Quizás hay 
alguno, pero no me he dado cuenta de estas resistencias. En cuatro meses
 no se pueden encontrar muchas.
 
- La sociedad brasileña ha cambiado, los jóvenes han cambiado. Usted no ha hablado sobre el aborto ni sobre el matrimonio
 ente personas del mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que 
amplía el derecho al aborto y otra que contempla los matrimonios entre 
personas del mismo sexo. ¿Por qué no ha hablado sobre eso? 
 
- La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era 
necesario volver sobre eso, como tampoco hable sobre la estafa, la 
mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina 
clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que 
abren camino a los chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál 
es la postura de la Iglesia.
 
- ¿Pero cuál es su postura en esos temas?
 
- La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.
 
- Desde el 13 de marzo usted se presenta como obispo de Roma con
 una enorme y fortísima insistencia. Nos gustaría saber el sentido 
profundo de esta insistencia, si tal vez más que la colegialidad está 
relacionado con el ecumenismo, con el ser primus inter paris...
 
- En esto no se debe ir más allá de lo que se dice. El Papa es obispo, 
es obispo de Roma . Y porque es obispo de Roma es sucesor de Pedro, 
vicario de Cristo. Son otros títulos, pero el primer título es obispo de
 Roma y de ahí viene todo. Pensar que esto quiere decir ser primus inter
 paris no, eso no, no es consecuencia de esto. Es simplemente que es el 
primer título del Papa. Ha hablado de ecumenismo. Creo que esto favorece
 un poco el ecumenismo, pero sólo eso.
 
- Una pregunta sobre sus sentimientos. Hace unas semanas, a un 
niño que le preguntó cómo se sentía y si deseaba ser Papa, le dijo que 
había que estar loco para ello. Después de su primera experiencia 
multitudinaria como han sido estos días en Río, me pregunto si nos puede
 contar como se siente siendo Papa, si es un trabajo duro, si es feliz 
siéndolo y si de alguna manera ha acrecentado su fe o si por el 
contrario ha tenido alguna duda...
 
- Hacer el trabajo de obispo es una cosa bonita, es bonito. El problema 
es cuando uno busca ese trabajo, eso ya no es tan bonito, eso no es del 
Señor. Pero cuando el Señor llama a un sacerdote a convertirse en obispo
 eso es bonito. Existe siempre el peligro de creerse un poco superior a 
los otros, no como los demás, un poco príncipe…. Son peligros y pecados.
 Pero el trabajo de obispo es bonito, es ayudar a los hermanos a 
avanzar. 
 
El obispo delante de los fieles para señalar el camino, el obispo en 
medio de los fieles para ayudar a la comunión, el obispo detrás de los 
fieles porque los fieles con frecuencia tienen el olfato de la calle. Me
 preguntaba si me gusta…. Sí, me gusta ser obispo. En Buenos Aires he 
sido muy feliz. He sido feliz, el Señor me ha asistido en eso. Como 
obispo he sido feliz, como sacerdote he sido feliz. En ese sentido me 
gusta.
 
- ¿Y ser Papa le gusta?
 
- Si, también. Cuando el Señor te pone ahí, si tú haces lo que el Señor te pide eres feliz. Eso es lo que siento.
 
- Le hemos visto estos días lleno de energía, incluso por la 
noche tarde, y le vemos ahora que está tranquilamente de pie mientras el
 avión se mueve muchísimo. Se habla mucho de próxios viajes, se habla de
 Jerusalén, de Argentina... ¿Tiene ya un calendario definido para el 
próximo año?
 
- Definido, definido no hay nada. Pero puedo hablar de cosas que estamos
 pensando. Definido 22 de septiembre Cagliari. Después, el 4 de octubre,
 Asís. También tengo en mente, dentro de Italia, ir un día a ver a mi familia.
 Cogerme un avión por la mañana y volver en otro por la noche, mis 
familiares, pobrecillo, me llaman, tenemos una buena relación.  
 
Fuera de Italia el patriarca Bartolomeo I quiere hacer un encuentro para
 conmemorar los 50 años del encuentro entre Atenágoras y Pablo VI en 
Jerusalén. El Gobierno israelí nos ha hecho una invitación especial para
 ir a Jerusalén, el Gobierno de la Autoridad Palestina creo que lo 
mismo. Esto se está pensando, aún no se sabe si se hará o no se hará. 
 
En América Latina creo que no hay posibilidad de volver, porque el Papa 
latinoamericano, que acaba de hacer el primer viaje a Latinoamérica…... 
Adiós. Debemos  esperar un poco. 
 
Creo que se puede ir a Asia, pero está todo en el aire. He recibido 
invitaciones para ir a Sri Lanka y a Filipinas. A Asia se debe ir. El Papa Benedicto XVI no ha tenido tiempo de ir a Asia, y es importante. Fue a Australia, Europa, América, pero no a Asia.  
 
Ir a Argentina yo creo que se puede esperar un poco, porque yo creo que 
todos estos viajes de los que le he hablado tienen una cierta prioridad.
 Yo quería ir a Constantinopla el 30 de septiembre para visitar a 
Bartolomeo I pero no es posible. No es posible por mi agenda. Si podemos
 el encuentro lo haremos en Jerusalén.
 
- Cuando se ha reunido con los jóvenes argentinos, un poco en 
broma y un poco en serio les ha dicho que a veces se sentí enjaulado. ¿A
 qué se refería exactamente?
 
- ¿Usted sabe la de veces que he tenido ganas de pasear por las calles 
de Roma? Porque a mi me gusta andar por las calles, me gustaba tanto y 
en ese sentido me siento un poco enjaulado. Pero debo decir que los de 
la Gendarmería vaticana son buenos, son realmente buenos y yo les estoy 
agradecido. Ahora me dejan hacer algunas cuantas cosas más, pero es su 
deber garantizar la seguridad. 
 
»Enjaulado en ese sentido, de que a mi me gusta andar por la calle, pero
 entiendo que no es posible, lo entiendo. Lo dije en ese sentido. 
Porque, como decimos en Buenos Aires, yo era un sacerdote callejero. 
(Preguntaba por el tiempo porque deben servir la cena... ¿Tenéis 
hambre?)
 
P.- En Brasil la Iglesia católica está perdiendo fieles. ¿El 
movimiento Renovación Carismática es una posibilidad de evitar que los 
fieles se vayan a iglesias pentecostales?
 
-Es cierto lo que usted dice de la baja de fieles. Es cierto. Hemos 
hablado con los obispos brasileños del problema en una reunión que hemos
 tenido ayer. Usted preguntaba sobre el movimiento de la Renovación 
Carismática. Pero les digo algo, a fines del 70, inicios 80, yo no los 
podía ver. Una vez, hablando de ellos, había dicho esta frase: «estos 
confunden una celebración litúrgica con una escola de samba». ¡Eso había
 dicho! Me arrepentí. 
 
Después conocí mejor, es verdad que el movimiento tiene buenos asesores y
 ha ido en un buen camino. Ahora creo que este movimiento hace mucho 
bien a la Iglesia, vive en la Iglesia. En Buenos Aires me reunía a 
menudo y una vez por año hacía una misa
 con todos ellos en la Catedral. Pero los he favorecido, me convertí, he
 visto el bien que hacían. Porque en este momento de la Iglesia y amplío
 un poco la respuesta, creo que los movimientos son necesarios.  
 
Los movimientos son una gracia del Espíritu. ¿Pero como se puede 
sostener un movimiento que es tan libre? ¡Es que la Iglesia es libre! El
 Espíritu Santo hace lo que quiere, después él hace el trabajo de la 
armonía. Pero creo que los movimientos son una gracia, esos movimientos 
que tienen el Espíritu de la Iglesia. Por eso creo que el movimiento de 
Renovación Carismática no sólo sirve para evitar que algunos pasen a los
 pentecostales, sino que sirven a la Iglesia misma, que se renueva. Cada
 uno busca el movimiento según su carisma, donde lo lleva el Espíritu.
 
- ¿Está cansado?
 
- No estoy casado, yo estoy soltero. (risas)
 
- Usted dijo que la Iglesia sin la mujer pierde fecundidad. ¿Qué
 medidas concretas tomará por alcanzar esto, una mujer jefe dicasterio? Y
 una pregunta técnica: ¿en el avión pidió un acondicionamiento especial?
 
- Empezamos por lo último: este avión no tiene ningún acondicionamiento 
especial. Yo estoy adelante, tengo un buen asiento, común. Yo hice 
escribir una carta e hice hacer un llamado telefónico para decir que yo 
no quería acondicionamientos especiales. ¿Está claro?
 
Segundo, la mujer: una Iglesia sin mujeres es como el Colegio Apostólico
 sin María. El rol de la mujer en la Iglesia no es sólo la maternidad, 
la madre de familia, sino que es más fuerte, es el icono de la Virgen, 
de la Madonna, esa que ayuda a crecer a la Iglesia. 
 
Piensen que la Virgen es más importante que los apóstoles. La Iglesia es
 femenina, es esposa, es madre. El rol de la mujer en la Iglesia no es 
sólo el de mamá, que trabaja, que me da… es otra cosa. Los papas, Pablo 
VI escribió una cosa lindísima sobre las mujeres, pero creo que debemos 
ir más adelante en la explicitación de este rol y carisma de la mujer en
 la Iglesia. 
 
No se puede entender una Iglesia sin mujeres, pero mujeres activas en la
 Iglesia, con su perfil, que llevan adelante. Yo pienso, un ejemplo que 
no tiene nada que ver con la Iglesia, pero es un ejemplo histórico en 
América Latina: Paraguay. Para mí la mujer del Paraguay es la mujer más 
gloriosa de América latina. quedaron después de la guerra OCHO mujeres 
por hombre. Y estas mujeres hicieron una elección difícil: la de tener 
hijos para salvar la patria, la cultura, la fe y la lengua. 
 
En la Iglesia hay que pensar en la mujer en esta perspectiva de 
elecciones arriesgadas, pero como mujer, hay que explicitar. Creo que 
aún no hemos hecho aún una profunda teología en la Iglesia. Sólo un poco
 de eso, un poco de aquello, lee la lectura, mujeres monaguillo, es la 
presidenta de Cáritas... Pero hay más, hay que hacer una profunda 
Teología de la mujer. Esto es lo que pienso.
 
- Santidad, buenas noches, queríamos saber cuál es su relación de trabajo, no tanto amistosa, de colaboración, con Benedicto XVI. No ha habido antes una circunstancia así y si tiene contactos frecuentes y si lo está ayudando en la carga. 
 
- La última vez que hubo dos papas o tres papas no se hablaban entre 
ellos, se estaban peleando a ver quién era el verdadero. Tres llegaron a
 haber durante el Cisma de Occidente. Hay algo que califica mi relación 
con Benedicto: yo lo quiero mucho. Siempre lo quise mucho, para mí es un
 hombre de Dios, es un hombre humilde, que reza. Yo fui muy feliz cuando
 fue electo Papa.
 
También cuando él renunció para mí fue un ejemplo de un grande, un 
hombre de Dios, un hombre de oración. Él ahora vive en el Vaticano y 
algunos me dicen "pero cómo se puede hacer esto, dos papas en el 
Vaticano, pero no te molesta, él no te hace la revolución en contra?". 
Todas las cosas que dicen, no? 
 
Pero yo encontré una frase para esto: es como tener al abuelo en casa, 
pero el abuelo sabio, en una familia el abuelo está en casa, es 
venerado, es amado, es escuchado. El es un hombre de una prudencia, no 
se mete. Yo lo dije muchas veces: "Santidad, haga su vida, venga con 
nosotros". Él vino para la inauguración de la estatua de San Miguel…. 
Para mí, esa frase dice todo: es como tener el abuelo en casa, es mi 
papá. 
 
Si yo tuviera una dificultad o tengo algo que no he entendido, puedo 
llamarlo. Y cuando fui para hablar de ese problema grande de Vatileaks 
él me dijo todo con una simplicidad. No sé si saben cuando nos habló en 
el discurso de despedida, el 28 de febrero, entre ustedes está el 
próximo Papa y yo prometo obediencia. Esto es grande, es un grande.
 
- Santo Padre buenas noches, gracias por haber traido tanta 
alegria para Brasil y gracias por responder preguntas. Quisiera saber 
porque usted ayer dijo a los obispos brasileños sobre la participación 
de las mujeres en la Iglesia. ¿Cómo debe ser participación de las 
mujeres en la Iglesia? Qué piensa de ordenación de las mujeres?
 
- Como dije, sobre la participación de las mujeres en la Iglesia no nos 
podemos cerrar a que hagan las mujeres monaguillo, a la presidenta de 
Cáritas, a la catequista, tiene que haber algo más, con lo que dije de 
la Teología de la Mujeres. 
 
En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y dice no. Lo ha dicho Juan Pablo II,
 pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada. Pero 
sobre esto quiero decirles algo: la Virgen María era más importante que 
los apóstoles y que los obispos y que los diáconos y los sacerdotes.  
 
La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y que los 
curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor. Creo 
que falta una explicación teológica sobre esto.
 
- Santo Padre, en este viaje usted ha hablado más de una vez de la misericordia. En cuanto al acceso de los sacramentos
 de los divorciados vueltos a casr, ¿existe la posibilidad de que algo 
cambie en la disciplina de la Iglesia y que estos sacramentos sean una 
ocasión de acercar a estas personas y ni una barrera? 
 
- Este es un tema que se pregunta siempre. La misericordia es más grande
 de los casos de que usted habla. Creo que este cambio de época y 
también tantos problemas de la Iglesia como los testimonios de algunos 
sacerdotes no buenos, de corrupción de la Iglesia, también el problema 
del clericalismo, ha dejado muchos heridos. 
 
Y la Iglesia es madre, debe ir a curar a los heridos con misericordia. 
Pero si el Señor no se cansa de perdonar, nosotros no tenemos otra 
elección que ésa. Primero de todo, curar los heridos. La Iglesia es 
mamá. Debe ir en este camino de la misericordia, encontrar una 
misericordia para todos. 
 
Pienso que cuando el hijo pródigo volvió a casa, el papá no le dijo 
´¿quién sos? ¿qué hiciste con el dinero´. No, hizo una fiesta. Quizás 
luego, cuando el hijo quiso hablar, habló. Pero no sólo esperó, fue a 
encontrarlo. Esto es misericordia, esto es kairos. 
 
Esta primera intuición la tuvo Juan Pablo II, cuando él comenzó con Faustina Kowalska, la divina Misericordia, había intuido que era una necesidad de este tiempo.  
 
En cuanto el problema de la comunión a las personas en segunda unión 
-porque los divorciados sí pueden hacer la comunión-, creo que esto es 
necesario mirarlo en la totalidad de la pastoral matrimonial. Esto es un
 problema. 
 
Pero abro un paréntesis: los ortodoxos tienen una praxis diferente, 
ellos siguen la teología de la economía, hacen una segunda posibilidad y
 cierro paréntesis. Creo que este problema hay que estudiarlo en el 
marco de la pastoral matrimonial. Y por eso uno de los temas a consultar
 con estos 8 del consejo de cardenales, que nos reuniremos el 1, 2, 3 de
 octubre, es cómo seguir adelante en la pastoral matrimonial. 
 
Y otra segunda cosa, estuvo conmigo hace pocos días el secretario del 
sínodo de obispos, para el tema del próximo sínodo, es un tema 
antropológico, pero hablando y hablando vimos que este tema 
antropológico hay que tratarlo en la pastoral matrimonial profundo. 
Estamos en camino hacia una pastoral matrimonial profunda, es un 
problema y hay tantos problemas. 
 
Les digo una: mi antecesor, el cardenal Quarracino decía que la mitad de
 los matrimonios eran nulos porque se casan sin madurez, se casan sin 
darse cuenta de que es por toda la vida, quizás se casan por motivos 
sociales… y esto entra en la pastoral matrimonial. 
 
Y también el problema judicial de la nulidad de matrimonios también eso 
debemos revisar porque los tribunales eclesiásticos no bastan para eso. 
Es complejo el problema de la pastoral matrimonial. Gracias.
 
- Buenas noches Santo Padre, quisiera saber si usted desde cuando es Papa todavía se siente jesuita.
 
- Es una pregunta teológica porque los jesuitas hacen votos de 
obediencia al Papa. Pero si el Papa es jesuita, quizás tiene que hacer 
voto de obediencia al Padre General de los Jesuitas (risas), no sé cómo 
se soluciona esto. 
 
Yo me siento jesuita en mi espiritualidad, en la espiritualidad de los 
ejercicios, en la espiritualidad que tengo en el corazón. Tanto me 
siento jesuita que en tres días iré a festejar con los jesuitas en la 
Iglesia de San Ignacio , haré una misa a la mañana, no he cambiado 
espiritualidad, sigo pensando como jesuita, no hipócritamente, pero 
pienso como jesuita.
 
- A los cuatro meses de su pontificado, ¿nos puede hacer un 
pequeño resumen? ¿Qué ha sido lo mejor, lo peor y qué le ha sorprendido 
más en este periodo?
 
- De verdad que no sé cómo responder a esta pregunta. Cosas malas no ha 
habido. Cosas buenas sí. Por ejemplo el encuentro con los obispos 
italianos. Ha sido muy bonito. 
 
Una cosa dolorosa, que me ha golpeado el corazón, fue la visita a 
Lampedusa. Cuando llegan estas barcas, los dejan a algunas millas de 
distancia de la costa y ellos tienen que llegar solos. Ha sido doloroso 
porque pienso que estas personas son víctimas del sistema socioeconómico
 mundial. 
 
Pero la cosa peor [tono de broma] fue una ciática, de verdad, la tuve en
 el primer mes. Fue dolorosísimo. No se la deseo a ninguno. He 
encontrado muchas personas en el Vaticano. Pero buenas, buenas, buenas.
 
- En nombre de los 50.000 argentinos que me encontré y me decían
 vas a viajar con el Papa preguntarle cuándo va a viajar pero ya dijo 
que no va a viajar, entonces le voy a hacer una pregunta más difícil. 
¿Se asustó cuando vio el informe Vatileaks?
 
- No. Les voy a contar una anécdota sobre el informe Vatileaks. Cuando 
fui a ver al papa Benedicto, después de rezar en la capilla nos reunimos
 en el estudio y había una caja grande y un sobre. Benedicto me dijo: en
 esta caja grande están todas las declaraciones que han prestado los 
testigos. Y el resumen y las conclusiones finales están en este sobre. Y
 aquí se dice tal, tal, tal.… Lo tenía todo en la cabeza. Pero no, no me
 he asustado. Es un problema grande, pero no me he asustado.
 
-Dos cosas. La primera, ¿tiene la esperanza de que este viaje 
sirva para detener la pérdida de fieles que en Brasil ha sido muy 
fuerte? ¿Cree que su viaje puede contribuir a que la gente vuelva a la 
Iglesia? La segunda es más familiar: a usted le gustaba mucho la 
Argentina y llevaba muy en el corazón a Buenos Aires. Los argentinos se 
preguntan si usted no extraña ir en colectivo, andar por la calle...
 
- Un viaje papal siempre hace bien, pero no solo por la presencia del 
Papa, pero esta Jornada de la Juventud se han movilizado muchos jóvenes y
 ellos harán mucho bien a la Iglesia. Creo que esto será positivo pero 
no solo por el viaje, sino sobre todo por la jornada. Ha sido un evento 
maravilloso. Y de Buenos Aires, sí. Buenos Aires me falta. Pero es una 
falta serena. Yo creo que usted conoce mejor con el libro que ha 
escrito...
 
- Gracias por haber mantenido la promesa de mantener las 
preguntas a la vuelta. La pregunta: usted va a canonizar a dos grandes 
papas, a Juan XXIII y a Juan Pablo II, quería saber cuál es según usted 
el modelo de santidad del uno y del otro y el impacto que han tenido en 
la Iglesia y en usted.
 
- Juan XXIII es un poco la figura del cura de pueblo. El cura que ama a 
cada uno de sus fieles y sabe cuidar a sus fieles. Y esto lo ha hecho 
como arzobispo, como nuncio...… Es un cura de pueblo bueno, y con un 
sentido del humor muy grande y una gran santidad. 
 
Cuando era nuncio, algunos no lo querían mucho en el Vaticano y cuando 
llegaba a llevar cosas o a pedir alguna cosa en las oficinas, lo hacían 
esperar. Nunca se quejaba. Rezaba el rosario, leía el breviario... Era un hombre humilde. Y también alguien que se preocupaba por los pobres.  
 
Una vez, el cardenal Casaroli volvió de una misión creo que en Turquía o
 en la antigua Checoslovaquia y fue a verlo para informarle de la 
misión, en aquellos tiempos de la diplomacia de pequeños pasos. Cuando 
Casaroli se iba, lo paró y le dijo: excelencia, una pregunta: ¿usted 
continua yendo a visitar a aquellos jóvenes presos la cárcel de menores 
de Casal del Marmo? El cardenal le dijo que sí y Juan XXIII le pidió: no
 los abandone nunca. Era un grande. Un hombre que se dejaba guiar por el
 Señor. 
 
Y Juan Pablo II fue un gran visionario de la Iglesia. Un hombre que ha 
llevado el Evangelio a todos. Es un san Pablo. Un grande. Hacer la 
ceremonia de canonización juntas es un mensaje a la Iglesia: estos dos 
son buenos. 
 
Y también siguen su curso las causas de Pablo VI y del papa Luciani. 
Quería decir que la fecha de canonización yo pensaba en diciembre, pero 
hay un gran problema: los pobres que tienen que venir de Polonia. Porque
 los que tienen dinero pueden venir en avión, pero para los pobres que 
tengan que venir en autobús el viaje en diciembre es muy duro. Creo que 
habrá que repensar la fecha. Yo he hablado con el cardenal ... y hemos 
visto dos posibilidades, o Cristo Rey
 de este año o el domingo de la Misericordia del próximo año. Creo que 
es poco tiempo el Cristo Rey de este año. No sé, debo hablar otra vez 
con el cardenal X sobre esto. 
 
- Quiero hacerle una pregunta un poco delicada. La historia de 
monseñor Ricca ha dado la vuelta al mundo, quería saber como va afrontar
 este asunto y todo lo relacionado con el lobby gay en el Vaticano.
 
- Con respecto a monseñor Ricca, he hecho lo que el derecho canónico 
manda hacer, que es la investigación previa. Y esta investigación no 
dice nada de lo que se ha publicado. No hemos encontrado nada. Pero yo 
querría añadir una cosa sobre esto. 
 
Yo pienso que tantas veces en la Iglesia, con relación a este caso y a 
otros casos, se va a buscar los pecados de juventud, por ejemplo. Y se 
publican. Pero si una persona –laica, cura, o monja— comete un pecado y 
luego se arrepiente, el Señor la perdona. Y cuando el Señor perdona, 
olvida. Y esto para nuestra vida es importante. Cuando confesamos, el 
señor perdona y olvida. 
 
Y nosotros no tenemos derecho a no olvidar. Porque corremos el riesgo de
 que el Señor no se olvide de lo nuestro. Es un peligro. Lo importante 
es hacer una teología del pecado. Muchas veces pienso en San Pedro. Hizo
 de los peores pecados, renegar de Cristo. Y con ese pecado lo hicieron 
Papa. 
 
Y respondiendo a su otra pregunta concreta, hemos hecho la investigación previa y no hemos encontrado nada. 
 
Luego usted hablaba del lobby gay. Se escribe mucho del lobby gay. 
Todavía no me encontrado con ninguno que me dé el carné de identidad en 
el Vaticano donde lo diga. Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra 
con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho
 de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y 
busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El
 catecismo 
de la Iglesia católica lo explica de forma muy bella esto. Dice que no 
se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la 
sociedad. El problema no es tener esta tendencia. 
 
Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby. De esta tendencia o
 lobby de los avaros, de los políticos, de los masones... Tantos lobbys.
 Este el problema más grande. Le agradezco tanto que me haya hecho esta 
pregunta. Gracias a todos.