NUEVA YORK, 05 Feb. 14 / 06:32 pm (ACI).-
El director de la Liga
Católica en Estados Unidos, Bill Donohue, escribió una aguda crítica al
informe que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU presentó hoy
en el que pide al Vaticano cambiar su postura ante el aborto
y la homosexualidad para, supuestamente, superar el problema de los
abusos sexuales. El líder católico rebati'o una a una las imprecisiones y
mentiras del documento de 15 páginas.
Bill Donohue señala que el texto “no contiene ni una sola nota al pie o
cualquier otro modo de explicación, pero sí proporciona una gran
cantidad de pruebas en cuanto a su verdadera agenda”. “El comité de la
ONU utiliza el abuso sexual de menores como pretexto para su verdadero
objetivo: quiere que el Vaticano se someta a su autoridad, y no sólo en
los casos que involucran el derecho internacional: quiere la Iglesia
Católica cambie el Derecho Canónico y adopte una ética sexual secular.
De ese modo, constituye uno de los más ambiciosos esfuerzos jamás
efectuados por un comité de la ONU, que es además profundamente
ignorante de los datos”.
En la página 3 del informe, prosigue Donohue, “el comité señala que la Santa Sede
debe ‘adoptar las medidas necesarias para retirar todas sus reservas y
para garantizar la primacía de la Convención [de la ONU] sobre las leyes
y reglamentos internos’. (Su énfasis) es bastante explícito: ‘el Comité
recomienda que la Santa Sede haga un estudio exhaustivo de su marco
normativo, en particular, del derecho canónico, con el fin de garantizar
el pleno cumplimiento de la Convención’".
En otras palabras, continúa, “la enseñanza de la Iglesia Católica, el
magisterio, es decir, el Papa en comunión con los obispos, debe ceder
ante la ONU. Eso equivaldría a pedirle al Congreso de los Estados Unidos
que se asegure de que sus leyes se ajusten a las de la ONU”, algo que
considera una muestra de una “arrogancia sin par”.
En las páginas 12 y 13, indica Donohue, el comité dice que no solo
quiere que la Iglesia Católica cambie sus enseñanzas sobre el aborto y
la anticoncepción, sino que también dice la Iglesia tiene que hacer más
en cuanto al VIH /SIDA.
“Es dolorosamente obvio que estos especialistas no han pensado bien este
asunto. A saber: si todo el mundo siguiera las enseñanzas de la Iglesia
en cuanto a la sexualidad, no tendríamos este problema en primer lugar.
Para ser exactos, los que adquieren el VIH / SIDA por lo general lo hacen porque viven una vida imprudente, en claro contraste con la súplica de la Iglesia por la abstinencia”.
El comité está tan determinado a mandar a la Iglesia que exige un cambio
en el Derecho Canónico y se dirige el Vaticano “para pedir que las
escuelas católicas cambien sus libros de texto y eliminen supuestos
‘estereotipos de género’. Esto no sólo es un ejemplo más de su abuso de
poder sino que el comité no proporciona una sola evidencia para sostener
su exigencia”.
Donohue comenta luego que “alguien debería decirles a estos expertos que
el Vaticano no le dice a las escuelas católicas qué libros de texto o
planes de estudio debe adoptar. Pero para los fanáticos del control, el
delegar es un concepto difícil de entender”.
El comité instruye luego al Vaticano sobre la necesidad de tener
"programas de concientización", instando a "la formación sistemática"
para aquellos que trabajan con menores. “¿Acaso no saben quiénes
comenzaron estas iniciativas? Nosotros no somos los que carecemos de
programas de capacitación obligatorios: los culpables se encuentran en
otras comunidades religiosas y en las escuelas públicas. Esto explica
por qué el abuso sexual no es un problema en las comunidades católicas
actualmente como si es un problema en otros lugares. El comité tiene que
ponerse al día, suponiendo que tenga un verdadero interés en el tema”.
En la página 8 el comité pide al Vaticano que ponga fin a los castigos
corporales, señalando que debe modificar "las leyes, tanto del Derecho
Canónico como la de la Ciudad del Vaticano". Irónicamente, la ONU
detalla cómo diez mil niños sirios han sido asesinados y torturados en
los últimos tres años.
Los niños en Siria, explica Donohue son violados y golpeados "con
objetos de metal, látigos y bastones de madera y metal" y también les
arrancan las uñas de las manos y los pies. Reciben choques eléctricos en
los genitales y son quemados con cigarrillos. La mayoría de estos actos
de barbarie son perpetrados por agentes del gobierno. “Sin embargo, no
hay una sola demanda para que las autoridades sirias cedan ante la ONU.
Allí están demasiado ocupados preguntándose si la hermana Mary Alice
está golpeando con una regla a algún alumno inquieto”.
Bill Donohue precisa que “el único intento de aportar pruebas es un
fracaso colosal: en la página 7 se cita a las Lavanderías de la
Magdalena como una institución que obligó a muchachas a ‘trabajar en
condiciones análogas a la esclavitud y fueron a menudo objeto de un
trato inhumano, cruel y degradante, así como de abuso físico y sexual’.
Esto es una mentira total: el Informe McAleese, una investigación
autorizada por el gobierno irlandés, muestra que nada de eso es cierto”.
Finalmente, el informe dice que la Iglesia necesita poner fin a la
práctica de las “cajas para bebés”. En muchos países hay estas cajas
junto a orfanatos. Se ponen ahí para permitir que muchachas embarazadas
fuera del matrimonio o que no pueden cuidar a sus bebés, le permitan a otros criar a sus pequeños.
Esto concluye Donohue, “es una práctica humana, una que se practica
ampliamente en Corea del Sur. Lo que no es humano es matar a los bebés
en el útero, que es precisamente lo que el comité de las Naciones Unidas
recomienda. Por pura demagogia, no hay forma de superar este informe.
Es tan malicioso como impreciso”.