terça-feira, 8 de outubro de 2013
A Estrutura Moral da Pedofilia ( e outros abusos) - por Anthony Esolen
segunda-feira, 4 de março de 2013
Cardeal escocês admite "comportamento sexual" inapropriado
quinta-feira, 6 de outubro de 2011
Ratzinger strikes again at the "filth" in the Church
by Andrea Tornielli
In Vatican Insider
The Pope has not vacillated in the face of all kinds of old and new scandals that have surfaced. For example, he has established standards that are even more severe than the ones he suggested to John Paul II 10 years ago. The victims take priority, as he first showed with his personal stance and now with the new guidelines on abuse aimed at the bishops’ conferences and published last Monday. He has charged the bishops with the responsibility of serving as “fathers and brothers” to their clergy. But most importantly, he has acted, far from the spotlight, with determination during the first six years of his papacy.
One month after he was elected in May 2005, Ratzinger banned Father Gino Burresi, founder of the Congregation of the Servants of the Immaculate Heart of Mary, from any public ministry for sexually abusing his young followers. The priest had been the object of huge coverage for years and the offences he had committed had expired under the statue of limitations. Shortly thereafter came the famous decision on Father Macial Maciel, the former founder of the Legion of Christ, who was found guilty of serious abuse.
In September 2008, Benedict XVI laicized don Lelio Cantini, the charismatic priest from Florence and leader of an active community that saw a number of clergymen emerge from its ranks. He too was guilty of repeatedly abusing minors. In July of the following year, he cracked down on a German clergyman belonging to the Missionaries of the Holy Family of Munich, while in February 2010, with a decree that cannot be appealed, Ratzinger defrocked don Marco Dessi, a missionary in Nicaragua, before the end of his civil trial for sexually abusing minors. The following month, don Andrea Agostini, a priest in the diocese of Bologna who supervised a catholic nursery school in Ferrara, was dismissed from the clerical state for pedophilia. In October 2010, don Nello Giraudo from the diocese of Savona met the same fate, while at the beginning of this year Fernando Karadima, the powerful and influential priest from Chile, was forced to retire despite the fact that the offences had expired under the statute of limitations. A quick decision is also expected regarding don Riccardo Seppia, the priest from Genoa who is a cocaine addict and predator of young boys.
A year ago, at the height of the scandals that occurred mainly in the United States, Ireland and Germany, Benedict XVI made a dramatic pronouncement that «the greatest persecution of the Church does not come from enemies on the outside» but «is born from the sins within the church». He linked these events to the message of the apparitions of the Virgin Mary in Portugal during the last century, claiming that «We delude ourselves if we think that the prophetic mission of Fatima has come to an end».
In the interview book “Light of the World”, the Pope also supported the media and their role in the affair «The media would not have been able to provide those reports if the sin had not existed in the Church...as long as it is a matter of bringing the truth to light, we should be grateful». A lesson of great humility, which seen from the outside could be even better understood inside the Church.
segunda-feira, 8 de março de 2010
Sobre los abusos sexuales en Alemania: la Iglesia llama a la transparencia
RATISBONA, domingo 7 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- La diócesis de Ratisbona examinará “con la máxima transparencia” las acusaciones de abusos sexuales que se hayan verificado en el coro de los Regensburger Domspatzen. Así lo ha afirmado el portavoz de la propia diócesis, Clemens Neck, que ha anunciado también la constitución de una comisión de investigación ad hoc, según publica L’Osservatore Romano.
En una carta publicada sobre su sitio de internet y destinada a los padres de las víctimas, ha sido el propio obispo de Ratisbona, monseñor Gerhard Ludwig Müller, quien ha hecho pública la noticia de un caso de abuso que se remonta a los años 50, verificado en el internado donde se alojaban los coristas.
Culpable entonces fue el director del internado, seguidamente condenado y después fallecido. En esa ocasión, el prelado había invitado a declarar a todos aquellos que podían tener conocimiento de hechos de cara a descubrir víctimas y culpables de otros episodios de abusos.
Por el momento quien ha denunciado al Coro ha sido una persona que permanece en el anonimato. Habría también un ex alumno de la escuela elemental de Etterzhausen (que ahora se encuentra en Pielenhofen), una institución independiente de los Domspatzen, que denunció haber sido abusado a principios de los años 60. Y a ese periodo se remontarían también los abusos sufridos por otra víctima, que denunció al director del seminario de Weiden y a algunos empleados.
El director del coro de Ratisbona, en una carta publicada en el sitio web de la diócesis de Ratisbona, se ha mostrado “consternado por el hecho de que semejantes hechos vergonzosos hayan tenido lugar en instituciones eclesiásticas”, incluida la célebre institución del Regensburger Domsplatzen, con mil años de historia a sus espaldas.
A día de hoy, con todo – continua la carta – “no disponemos de ulteriores elementos concretos sobre casos sospechosos de abusos dentro del Coro de Ratisbona”.
En un comunicado, el obispo de Ratisbona ha querido precisar que los dos casos de abusos, que tuvieron lugar en 1958, públicamente conocidos ya en aquella época y que deben considerarse jurídicamente cerrados, no coinciden con el periodo que va desde 1964 a 1994 cuando el hermano del Papa, el maestro monseñor George Ratzinger, que sustituyó en este cargo al obispo Theobald Schrems, fue Director del coro de voces blancas y del coro de voces masculinas.
La diócesis de Ratisbona hace saber, además, que ha puesto a disposición un abogado con el fin de aclarar cuanto sucedió en el pasado, identificar a las potenciales víctimas y culpables, y sugerir las medidas a adoptar a la luz del derecho penal y canónico. Este abogado presentará en 14 días un informe provisional.
Desde 2008 hay también activo un equipo ad hoc coordinado por la psicóloga Birgit Boehm, responsable diocesana para casos de abusos sexuales, y compuesto por cinco miembros (un psicólogo, un ex juez, un jurista canónico y dos empleados del Ordinariato).
“La Santa Sede – afirma L’Osservatore Romano – apoya a la diócesis en su disponibilidad a analizar la dolorosa cuestión con decisión y de forma abierta, en el sentido de las directivas de la Conferencia Episcopal Alemana”.
“El objetivo principal de la aclaración por parte de la Iglesia es el de hacer justicia a las eventuales víctimas – prosigue el diario vaticano –. Esta, además, agradece este compromiso de claridad debtro de la Iglesia y augura que una claridad similar se haga también dentro de las instituciones, públicas y privadas, si verdaderamente importa a todos el bien de la infancia”.
El escándalo de los abusos sexuales cometidos por el clero estalló a finales de enero, a raíz de las revelaciones que el semanario Spiegel publicó sobre los abusos cometidos en los años 70 y 80 en el prestigioso Canisius-Kolleg de Berlín, donde dos sacerdotes habrían perpetrado violencias sistemáticas sobre diversos estudiantes.
Una investigación realizada por el semanario Der Spiegel había revelado entonces que los sacerdotes sospechosos de haber cometido abusos sobre menores desde 1995 hasta hoy son al meno 94. Actualmente, las denuncias ligadas a los hechos cometidos en el Canisius-Kolleg serían más de 150.
En su asamblea plenaria celebrada en Friburgo del 22 al 25 de febrero, los obispos alemanes se han comprometido a colaborar con la justicia con la máxima transparencia y seriedad para poner luz sobre los delitos cometidos por los sacerdotes, instituyendo un departamento nacional para las denuncias de los abusos sexuales, guiado por monseñor Stephan Ackermann, obispo de Tréveris.
Entre otras medidas propuestas, está la de reforzar los exámenes para la selección de los seminaristas, activar un número verde para denunciar los abusos sexuales de los sacerdotes y crear un fondo nacional para las indemnizaciones destinadas a las víctimas.
Mientras tanto, como cada año en primavera, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Robert Zollitsch, se dirigirá el 12 de marzo al Vaticano para presentar al Papa los temas surgidos durante la plenaria de los obispos alemanes. En el centro de los argumentos en agenda estará el tema de los abusos sexuales.