(Andrea Tornielli/Vatican Insider) El Papa está
afligido pero tranquilo: sabe que la Iglesia tiene que atravesar la
tempestad. “Y sabe que él tiene que participar de la experiencia de
Jesús...“. Walter Brandmüller, de 83 años, cardenal desde noviembre de
2010, expresidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, conoce a
Joseph Ratzinger desde cuando los dos eran profesores universitarios en
Baviera y tiene una larga experiencia en la Curia romana.
–Usted es alemán, conoce al Papa desde hace mucho tiempo.
¿Cómo cree que esté viviendo estos momentos? ¿Por qué se muestra tan
tranquilo?
Benedicto XVI naturalmente está afligido, pero seguramente está
tranquilo porque se pone en manos totalmente de la ayuda que llega del
Cielo. Está consciente de que la Iglesia tiene que atravesar el mar
tempestuoso de este mundo, tiene que pasar por algunos problemas. Las
dificultades no representan seguramente la situación ideal, pero diría
que es normal vivir en medio de ellas.
–En el libro entrevista con Peter Seewald “Luz
del mundo”, el Papa decía que es necesario contar con la posibilidad de
verse obligado a “soportar ataques y oponer resistencia”...
El Evangelio es señal de contradicción, la
contradicción del mundo es casi el sello de la autenticidad del
mensaje. El destino del discípulo de Jesús es participar de la
experiencia de sufrimiento. Este es certeza de fe, creo, es el origen de
la tranquilidad de Benedicto XVI.
–Como historiador de la Iglesia, ¿cómo juzga
el momento que estamos atravesando? ¿Hay ejemplos en el pasado que se
puedan comparar con la situación actual?
En la Edad Media, un rey de Francia, Felipe IV, llegó a falsificar
las bulas pontificias para desacreditar al Papa Bonifacio VIII. Y cómo
no recordar que a finales del siglo XIX, durante el Concilio Vaticano I,
durante la discusión sobre la infalibilidad pontificia, hubo fugas de
documentos usados como base para una serie de artículos firmados con
seudónimo, las “Cartas de Quirino” publicados en Alemania: fueron usadas
para desacreditar el Concilio.
–Los presuntos «cuervos» sostienen que han hecho filtrar los documentos para «ayudar al Papa». ¿Cómo juzga esta afirmación?
Lo siento, pero no puedo aceptar esta explicación. No se puede decir
que se está ayudando al Papa mientras se comenten crímenes. De este modo
no se le ayuda en absoluto, solo se le hace daño.
–¿Cuál cree que es el resultado de lo que está sucediendo a los ojos de los fieles del mundo?
Creo que los fieles están afligidos y lo entiendo. Pero creo también
que se sienten todavía más cerca del Papa, compartiendo su sufrimiento.
–¿Cuál es su experiencia personal de la Curia romana que estos días está atravesando conflictos y tensiones internas?
Mi experiencia es la siguiente: la Curia romana es sustancialmente
fiel al Papa y a su misión. Hay muchos buenos elementos que prestan su
servicio de manera muy competente, desinteresada y fiel.
Desgraciadamente es imposible excluir que haya casos de infidelidad.
Pero estos no tienen nunca que hacernos perder de vista la primera parte
de lo que he dicho.