“Una gran revolución se acerca en silencio a su fin en Europa. Una revolución de la mentalidad y de las costumbres colectivas que marca una gran ruptura con el pasado: la revolución anti-religiosa. Una revolución que golpea indiscriminadamente al hecho religioso en sí de cualquier confesión, pero que por razones históricas, y en concreto hablando de Europa, se presenta como una revolución esencialmente anticristiana”.
Así comienza un artículo escrito en la primera página de Il Corriere della Sera por Ernesto Galli della Loggia, intelectual laico italiano no conocido precisamente por sus posiciones conservadoras.
Por su interés y actualidad, ReL recoge en este reportaje las principales partes de este artículo de opinión.
Galli della Loggia es uno de los muchos intelectuales laicos italianos que se ha desvinculado del coro de acusaciones contra la Iglesia “oscurantista” que asola hoy en día el continente.
“Las iglesias cristianas no sólo han sido expulsadas progresivamente en casi todas partes de cualquier esfera pública mínimamente relevante, [...] sino que, a diferencia de las demás religiones, en la actualidad es legítimo dirigir las ofensas más graves y los insultos más sangrientos contra el cristianismo”, se lamenta.
El historiador y periodista hace un variado elenco de las diferentes ofensas que la religión cristiana está recibiendo en Europa:
» En Irlanda, las iglesias están obligadas a alquilar sus propias salas de celebraciones, incluso para bodas entre homosexuales;
» en Roma, durante el concierto del 1 de Mayo, el cantante imitó el gesto de la consagración durante la Eucaristía pero con un preservativo entre sus manos en lugar de la hostia sagrada;
» en Dinamarca, el Parlamento ha aprobado una ley que exige a la Iglesia Evangélica Luterana celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo a pesar de que una tercera parte de sus ministros se hayan manifestado en contra;
» en Escocia dos obsétricas católicas fueron obligadas por un tribunal a participar en abortos realizado por sus compañeros; el colegio oficial de médicos británicos ha determinado que deben estar preparados para dejar de lado sus creencias personales con respecto a algunos aspectos controvertidos;
» en un vídeo reciente de David Bowie, aparece una escena en la que un sacerdote, después de golpear a un mendigo, entra en un burdel y seduce a una monja con estigmas en sus manos; en Inglaterra, se le ha prohibido a una enfermera llevar una cruz en el cuello durante horas de trabajo,
» una pequeña imprenta ha tenido que enfrentarse a acciones legales por negarse a imprimir material sexualmente explícito encargado por una revista gay; en Francia, de acuerdo con la legislación vigente, es prácticamente imposible para los cristianos manifestar públicamente que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo constituye un pecado según su religión”.
Y así sucesivamente en una avalancha de casos impresionantes que se pueden consultar en el sitio web intoleranceagainstchristians.eu.
Galli della Loggia es leído siempre con atención en El Vaticano, dicen. Su esposa es Lucetta Scaraffia, historiadora, y escribe a menudo en L´Osservatore Romano. Mantiene una estrecha amistad con su director, Giovanni Maria Vian.
Precisamente de este periódico, entre otros, ha extraído los numerosos ejemplos
de discriminación comentados anteriormente. “Es más que suficiente para
despertar el interés de cualquier conciencia liberal”, afirma Galli della Loggia.
“En este caso no se trata tanto de la Cristiandad, la Iglesia o la religión, sino de algo mucho más importante: se trata de la libertad.
Y de la historia. De la conciencia de que libertad religiosa en Europa
ha representado históricamente el origen (y condición) de todas las
libertades civiles y políticas”, advierte el historiador.
“Ser absolutamente libre de adorar al propio Dios, de propagar la fe, de
guardar los mandamientos, de adherirse a la visión del mundo y al
sentido de la existencia que estos definen, de practicar públicamente el
culto; pero también, por supuesto, de tener la libertad de no tener
Dios ni religión: así se ha comenzado el camino de la libertad Europa.
¿Hay que recordar que ha sido el Dios cristiano?”.
Por último, el periodista e historiador concluye: “La libertad religiosa por un lado y la libertad de opinión y de expresión por otro –que son los dos pilares de la libertad política- van al unísono. Desde este punto de vista, es aún más preocupante el hecho de que hoy en día, en Europa, en muchos lugares y de muchas maneras, la libertad de los cristianos parezca objetivamente en peligro de extinción”.
Puede consultar el artículo completo en Il Corriere della Sera aquí.