OKLAHOMA, 24 Oct. 11 / 06:16 am (ACI/EWTN Noticias)
Stacy Crimm sabía que sólo un agresivo tratamiento de quimioterapia podía salvar su vida, pero decidió proteger a la bebé que llevaba en el vientre y se negó a recibirlo. Dio a luz a su hija Dottie Mae, y pudo sostenerla en sus brazos antes de morir.
Con 41 años de edad, Stacy estaba convencida de que no podría salir embarazada porque los médicos le dijeron que nunca sería capaz de concebir un hijo. En marzo pasado supo que espera un bebé y poco después le diagnosticaron cáncer de cabeza y cuello.
Stacie fue capaz de sobrevivir durante cinco meses antes de dar a luz por cesárea a Dottie Mae, quien nació pesando 940 gramos.
"Esta bebé era todo lo que tenía en el mundo", afirmó su hermano, Ray Phillips, a quien le encomendó la tarea de velar por su hija.
Pocas semanas después de saber que estaba encinta comenzó a padecer severos dolores de cabeza, visión doble y temblores.
En julio, una tomografía computarizada reveló que tenía cáncer de cabeza y cuello y tuvo que escoger entre su vida y el de su bebé. Su decisión fue inmediata.
Stacie renunció a la quimioterapia con la esperanza de sostener a un bebé sano en sus brazos.
El 16 de agosto de Stacie colapsó en casa de Ryan y fue llevada al hospital donde los médicos le informaron que el tumor comprometía su vida.
Dos días después, le practicaron una cesárea. Dottie Mae nació pesando menos de un tercio del promedio de un recién nacido. Madre e hija ingresaron a cuidados intensivos.
Stacie luchó para sobrevivir al parto y resistió por varias semanas. Estaba muy débil para llegar a la bebé, y su bebé estaba muy débil para ser llevada a su madre.
"Le mostrábamos fotos y ella lloraba por querer tener a su bebé", agrega Ryan.
El 8 de septiembre, Stacie dejó de respirar pero reaccionó. El personal del hospital advirtió a la familia que estaba muy cerca de la muerte. Una enfermera, conmovida por el drama de esta mujer, organizó una operación desesperada y consiguió una unidad de cuidados intensivos en forma de cápsula para transportar a Dottie Mae hacia su madre.
Las enfermeras llegaron con Dottie Mae y la pusieron sobre el pecho de su madre. Las dos se miraron a los ojos durante varios minutos.
Stacie murió tres días después. Su funeral fue el 14 de septiembre. En su obituario escribieron: "Dottie Mae fue la luz de su vida y su mayor logro. Ella optó por dar vida a su bebé en lugar de tomar un tratamiento para ella".
Dottie Mae ya fue dada de alta y ahora vive con Ray, su esposa Jennifer y sus cuatro hijos en su casa de Oklahoma City
"Creo que es un milagro. Yo sólo quiero hacer lo que sea correcto para ella y lo que Stacie nos pidió", afirma Jennifer.