ROMA, 11 May. 12 / 06:38 pm (ACI).-
Una reciente filtración de cartas reveló las pugnas internas entre los
cuatro obispos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (lefebvristas) en
relación a las negociaciones de esta organización con el Vaticano para
su posible ingreso a la plena comunión de la Iglesia Católica.
Las cartas corresponden a abril de este año, poco antes de que el
superior de la organización, Bernard Fellay, remitiera al Vaticano su
segunda respuesta al Preámbulo doctrinal que les fue entregado en 2011
para ingresar a la plena comunión de la Iglesia Católica. La primera que entregaron en enero había sido considerada "insuficiente".
A la fecha, se espera el pronunciamiento de la Santa Sede
con relación a la respuesta de los lefebvristas presentada en abril,
sobre la que el Padre Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa
del Vaticano, dijo que era "alentadora".
Por su parte y en un comunicado de la Casa General de la Fraternidad
San Pío X, emitido el 11 de mayo, se calificó de "pecado grave" la
filtración de la correspondencia entre sus obispos.
Los documentos comprenden una primera carta remitida por tres obispos
–entre los que estaba Richard Williamson, conocido por negar el
holocausto judío– a Mons. Fellay, el 7 de abril, en la que afirmaron que
un "acuerdo doctrinal es imposible con la Roma actual" por lo que se oponen formalmente a un "acuerdo práctico" con la Iglesia Católica.
Al referirse a la actitud de los principales líderes lefebvristas,
más favorables a un acuerdo con la Santa Sede, los obispos señalaron que
están "conduciendo a la Fraternidad a un punto del que no podrá dar
marcha atrás, a una profunda división sin retorno, y si llegan a un
acuerdo de esas características, a poderosas influencias destructivas que no soportará".
En su respuesta, Mons. Fellay criticó la "falta de visión sobrenatural y realismo" de quienes lo criticaron.
Tras afirmar que Benedicto XVI es el legítimo Papa
y que el Señor habla por su boca, Fellay cuestionó que "si expresa una
voluntad legítima respecto a nosotros, que es buena, que no es contraria
a los mandamientos de Dios, ¿tenemos el derecho de desatender o
rechazar esa mano tendida?".
"El Papa nos ha hecho saber que la preocupación de arreglar nuestra situación para bien de la Iglesia estaba en el corazón de su Pontificado, y asimismo que sabía bien que para él y para nosotros era más fácil mantener la situación en su estado actual".
El líder de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X subrayó que "para el
bien común de la Fraternidad, preferiríamos con mucho la situación
actual de un statu quo intermedio, pero es manifiesto que Roma ya no lo
admite".
Fellay también señaló que "hay un cambio de actitud en la Iglesia,
ayudado por los gestos y los actos de Benedicto XVI hacia la Tradición".
"Este nuevo movimiento, que tiene menos de diez años, se va
reforzando. Alcanza a un buen número (aunque aún una minoría) de jóvenes
sacerdotes, de seminaristas, e incluso ya de un pequeño número de
jóvenes obispos que se distinguen claramente de sus predecesores, que
nos muestran su simpatía y su apoyo, pero que todavía están bastante
apagados por la línea dominante en la jerarquía de apoyo al (Concilio)
Vaticano II".
Para el líder lefebvrista "no hemos buscado un acuerdo práctico. Eso
es falso. En cuanto a la cuestión crucial entre todas, la posibilidad de
sobrevivir en las condiciones de reconocimiento de la Fraternidad por
Roma, no llegamos a la misma conclusión que vosotros".
Como un síntoma de la división interna entre lefebvristas, el
obispo Fellay lamentó no haber contado con el apoyo y consejo de quienes
le escribieron "para sobrellevar este momento tan delicado de nuestra
historia".