ROMA, 07 May. 12 / 01:32 pm (ACI).-
Prominentes miembros de la Pontificia Academia para la Vida
(PAV) expresaron esta semana serias preocupaciones por el rumbo que
habría tomado este importante dicasterio del Vaticano, creado por el
Beato Juan Pablo II para promover la investigación científica a favor de la vida.
En una carta abierta al presidente de la PAV, Mons. Ignacio Carrasco
de Paula, el Profesor Josef Seifert, Presidente del Senado de la
Academia Internacional de Filosofía del Principado de Liechtenstein,
señaló que "sin intención de ofenderlo de modo alguno", escribe la
misiva "con un profundo sentimiento de tristeza y una enorme
preocupación por el gran peligro que percibo de que la PAV está
perdiendo su pleno y puro compromiso con la verdad y su entusiasta
servicio a la magnífica e irreductible enseñanza de la Iglesia sobre la vida humana y su total esplendor".
"En la sesión del sábado (25 de febrero) de nuestra asamblea anual de
la PAV de 2012, expresé que la sesión a pública del día anterior había
sido posiblemente el peor día en la historia de la PAV. Como no había
tiempo para explicar este juicio, me pidió que le escribiera una carta
en donde lo hiciera".
En la carta solicitada por Mons. Carrasco, el Prof. Seifert expresa
"8 razones sobre mi juicio crítico" para la conferencia organizada por
la PAV para hablar de técnicas de fecundación y el tratamiento de la
infertilidad.
La primera razón refiere que "de las siete conferencias de ese día
relacionadas a la ética de este asunto altamente sensible del
tratamiento de la infertilidad" las primeras 5 "prescindieron
completamente de cualquier explicación antropológica, ética, teológica y
especialmente magisterial sobre la doctrina moral católica sobre estos temas y solo se refirieron a métodos como la píldora, la inseminación artificial y la fertilización in vitro, etc.".
"Las primeras 5 ponencias en lo poco que dijeron sobre ética entraron
en clara contradicción con la enseñanza moral de la Iglesia. Mucho peor
aún fue el hecho que cada uno de los 5 ponentes sí implicó algún juicio
ético, pero todos estos y sin excepción fueron un asalto directo a la
enseñanza de la Iglesia y la verdad", expone como segunda razón.
Como tercera razón escribe que "los críticos a esta conferencia pública y a la conferencia sobre células estaminales
que fue cancelada fueron maltratados y ofendidos en esta misma
conferencia, también en cartas. Además, se añadió la burla cínica" y
"los asuntos morales sobre la fuente y los métodos de investigación en
células estaminales, que eran los asuntos más significativos que el
Congreso promovido por la PAV debía examinar, fueron calificados como
‘controversias inútiles’".
Seifert denuncia además que "las afirmaciones insultantes no fueron
solo para miembros de la PAV sino para asuntos centrales de documentos
de la Iglesia: la frase ´controversias inútiles’ extendió los insultos a
algunos distinguidos miembros de la PAV y también a documentos de la
Iglesia como Donum Vitae que fue escrito bajo el presente Papa".
Como quinta razón, Seifert se refiere al "bajo nivel científico de
seis de las 7 ponencias presentadas en la conferencia pública: es una
razón menor a mi apreciación sobre esta como la peor en la historia de
la PAV (en la que hemos pasado por otras fases de profundas crisis)".
La sexta razón es que "esta devastadora impresión y efecto se ha
incrementado por la manera completamente no científica en la que las
llamadas ‘discusiones’ son conducidas en las reuniones abiertas de la
Academia".
"Además, la única persona invitada a hablar directamente sobre los
aspectos éticos del tratamiento de la infertilidad, sin duda bien
intencionada, era académica una eticista por debajo del nivel de la
Academia".
Como razón final, el profesor Seifert señala que "los periodistas que
darán a conocer esta conferencia o una publicación de la PAV sobre
estas ponencias, lo que espero que nunca ocurra, difundirán exactamente
lo opuesto a la enseñanza de la Iglesia como si fuera algo promovido por
nuestra Academia. La imagen exterior de la misma y de la Iglesia ha
sido gravemente herida y dañada por este evento".
En su carta agrega una post data en la que dice que "sabiendo que mis
preocupaciones son compartidas por muchos otros miembros de la PAV,
aliento aquí a mis hermanos miembros de la Academia a que hagan saber
hasta donde están de acuerdo con el contenido de esta carta".
Por su parte, Mercedes Arzú Wilson, fundadora y presidenta de la Fundación para la Familia de las Américas y de la Organización Mundial de la Familia y destacada miembro de la PAV, explicó a ACI
Prensa que durante "la reciente asamblea de la Pontificia Academia para
la Vida que se realizó los días, 23, 24 y 25 de febrero", "solo
hubieron dos presentadores que ofrecieron a la audiencia soluciones
naturales a los problemas de la infertilidad".
"Cuando Su Santidad Benedicto XVI
leyó su mensaje a los participantes de la asamblea, era obvio que no
sabía que el Presidente (Mons. Carrasco) y el consejo de gobierno habían
invitado a conferencistas que están en completo desacuerdo con las
enseñanzas del Magisterio de la Iglesia Católica".
Arzú dijo además que "hubo presentaciones sobre la fertilización in
vitro y otros procedimientos que están prohibidos por las enseñanzas de
la Iglesia. Esto se convirtió en un escándalo público en una Academia
que fue formada específicamente para defender la vida y proteger las
enseñanzas de la Santa Madre Iglesia".
"Para añadir más al escándalo, durante la asamblea se anunció que la Academia estaba organizando un congreso internacional sobre investigación de células estaminales en abril de este año.
El programa estaba atiborrado de ponentes que son, una vez más ante los
ojos de la Iglesia Católica, científicos que están destruyendo la vida
humana inocente a través de la investigación de células estaminales
embrionarias, algo que hacen y promueven abiertamente".
Además, afirma, "la elección del número de ponentes para el congreso
sobre células estaminales estaba en contra del artículo 13 de los
estatutos de la Pontificia Academia para la Vida".
De esta conferencia, Wilson señaló a ACI Prensa que "fue un evento
trágico imposible de corregir debido al número de participantes y
dejaron confundidos a los medios, y tal vez listos para informar al
mundo que la Iglesia Católica ha cambiado su posición sobre la
fertilización in vitro y otras prácticas anormales de inseminación que
siempre han sido condenados por el Magisterio de la Iglesia".
"Es urgente que la Pontificia Academia para la Vida vuelva a su
intención original y sea dirigida por líderes de credenciales
impecables, fieles a las directivas de la Academia como especificaron
los fundadores de la misma, el Beato Juan Pablo II y el profesor Jerome
Lejeune".
"La dirección que la Academia debe tener en el futuro fue atentamente
delineado por sus fundadores quienes lo escribieron meticulosamente y
en gran detalle. Recemos para que esta vez nuestro clamor sea oído por
el Papa que es el único que puede corregir este escándalo presente",
concluyó.