In Religión en Libertad
David Cameron ha anunciado que tomará medidas contra el "colapso moral" del que son síntomas los disturbios de la pasada semana en Londres y otras ciudades del Reino Unido.
Y si quiere una guía para evitarlo, se la brinda William Oddie, uno de los creadores de opinión más importantes del catolicismo inglés, columnista del Catholic Herald, del que fue director entre 1998 y 2004, y autor de obras como The Roman option [La opción romana] y Chesterton and the romance of the orthodoxy [Chesterton y la novela de la ortodoxia].
Oddie publicó este lunes un artículo en el Herald con un título largo y provocador: "Ahora tenemos la prueba de que abolir los derechos de los padres y animar a las familias monoparentales era algo desastroso: el desastre ha sucedido".
Datos que intentan taparse
Y es que los datos son tan claros, que diarios del establishment como el Times no ofrecen en internet los datos que sí han publicado en papel sobre las circunstancias personales de cientos de menores implicados en los estragos, amenazas y vandalismo que han conmocionado a la sociedad británica. Oddie reproduce esos datos, para que al menos sí queden así a disposición de todo el mundo.
Un informe del Instituto de Investigación de las Políticas Públicas (IPPR) destaca la mayoritaria proporción de hijos de familias monoparentales y hogares desestructurados entre los autores de los actos criminales. De hecho, ese factor ha sido mucho más relevante en la caracterización de los delincuentes que su origen social, pues como es sabido han sido detenidos varios vástagos de familias acomodadas e incluso millonarias como autores de robos y asaltos a tiendas y supermercados.
Es más: los mismos jueces se han visto sorprendidos al comprobar que en los juicios a chicos de trece y catorce años que llevaban cuarenta y ocho horas detenidos no estaban ninguno de sus padres. "Salvo en un caso", afirma el juez Jonathan Feinstein, de Manchester", "no he visto a ningún padre en el tribunal". Por su parte, la juez Elizabeth Roscoe, del distrito de Westminster, declaró que no podía concebir que "a los padres no les importase" que a una niña de 14 años que compareció ante ella se la estuviese acusando de delitos gravísimos que incluso podían afectar a la misma custodia, hasta el punto de no comparecer en la vista oral.
Siempre según el Times, un trabajador social de Lambeth, en el sur de Londres, afirma que en muchas familias monoparentales en las que la madre ha criado al hijo sin el padre, el hijo se ha adueñado de la situación: "Las madres solas tienen a menudo miedo de sus hijos", afirma, y además cuando éstos se meten en el mundo del crimen, llegan a ingresar más dinero que ellas: "Roban más de lo que sus madres ganan, y se convierten en la figura paterna, en la principal fuente de ingresos".
Un designio político deliberado
Pero Oddie no se limita a recoger estos datos, sino que aporta su propia visión de las cosas: "La familia basada en el matrimonio es la institución que hay que reconstruir con mayor urgencia... Durante décadas nuestro país ha minado el matrimonio, la familia, los derechos de los padres... y ahora de golpe queremos que los padres les digan a sus hijos adolescentes cómo tienen que comportarse".
Y esto no es sólo obra del laborismo, a pesar de que los gobiernos de Tony Blair incidieron en esa labor destructiva. Oddie critica la Ley Infantil de 1989, bajo gobierno tory, que "abolió los derechos de los padres, les animaba a no pasar demasiado tiempo con sus hijos, que incluso concedía a los hijos la posibilidad de proceder legalmente contra sus padres por intentar meterles en vereda, que incluso perseguía el cachete si no era ´razonable´ y debilitaba la autoridad de los padres hasta convertir al hijo en una especie de co-padre".
Oddie también señala que desde los años sesenta "el divorcio ha sido cada vez más fácil de conseguir y se ha difundido la idea de que hay muchas formas de familia y de que el matrimonio es sólo una opción más. Y si considerabas que la paternidad o maternidad en solitario debía ser desaconsejada, en vez de animar a ella mediante el sistema fiscal y de subvenciones, entonces eras considerado un fascista".
"En los años 50", concluye Oddie, "todo el mundo, incluidos gobiernos de todos los colores, sabían que el matrimonio es la base de la estabilidad social. Así que no ha habido nada de inevitable en lo que ha sucedido tras la ´liberación´ de los años 60, llevada a cabo por ideologías de todo tipo, no la última el feminismo radical: ha sido un designio político deliberado. Así que lo que un designio político puede hacer, otro designio político lo puede deshacer".
Esperemos que sea eso a lo que David Cameron se refería con lo de evitar el "colapso moral", y que no se diluya el proyecto en cuanto se diluya en el tiempo el recuerdo del salvajismo vivido.
Pinche aquí para leer el artículo completo.
Y si quiere una guía para evitarlo, se la brinda William Oddie, uno de los creadores de opinión más importantes del catolicismo inglés, columnista del Catholic Herald, del que fue director entre 1998 y 2004, y autor de obras como The Roman option [La opción romana] y Chesterton and the romance of the orthodoxy [Chesterton y la novela de la ortodoxia].
Oddie publicó este lunes un artículo en el Herald con un título largo y provocador: "Ahora tenemos la prueba de que abolir los derechos de los padres y animar a las familias monoparentales era algo desastroso: el desastre ha sucedido".
Datos que intentan taparse
Y es que los datos son tan claros, que diarios del establishment como el Times no ofrecen en internet los datos que sí han publicado en papel sobre las circunstancias personales de cientos de menores implicados en los estragos, amenazas y vandalismo que han conmocionado a la sociedad británica. Oddie reproduce esos datos, para que al menos sí queden así a disposición de todo el mundo.
Un informe del Instituto de Investigación de las Políticas Públicas (IPPR) destaca la mayoritaria proporción de hijos de familias monoparentales y hogares desestructurados entre los autores de los actos criminales. De hecho, ese factor ha sido mucho más relevante en la caracterización de los delincuentes que su origen social, pues como es sabido han sido detenidos varios vástagos de familias acomodadas e incluso millonarias como autores de robos y asaltos a tiendas y supermercados.
Es más: los mismos jueces se han visto sorprendidos al comprobar que en los juicios a chicos de trece y catorce años que llevaban cuarenta y ocho horas detenidos no estaban ninguno de sus padres. "Salvo en un caso", afirma el juez Jonathan Feinstein, de Manchester", "no he visto a ningún padre en el tribunal". Por su parte, la juez Elizabeth Roscoe, del distrito de Westminster, declaró que no podía concebir que "a los padres no les importase" que a una niña de 14 años que compareció ante ella se la estuviese acusando de delitos gravísimos que incluso podían afectar a la misma custodia, hasta el punto de no comparecer en la vista oral.
Siempre según el Times, un trabajador social de Lambeth, en el sur de Londres, afirma que en muchas familias monoparentales en las que la madre ha criado al hijo sin el padre, el hijo se ha adueñado de la situación: "Las madres solas tienen a menudo miedo de sus hijos", afirma, y además cuando éstos se meten en el mundo del crimen, llegan a ingresar más dinero que ellas: "Roban más de lo que sus madres ganan, y se convierten en la figura paterna, en la principal fuente de ingresos".
Un designio político deliberado
Pero Oddie no se limita a recoger estos datos, sino que aporta su propia visión de las cosas: "La familia basada en el matrimonio es la institución que hay que reconstruir con mayor urgencia... Durante décadas nuestro país ha minado el matrimonio, la familia, los derechos de los padres... y ahora de golpe queremos que los padres les digan a sus hijos adolescentes cómo tienen que comportarse".
Y esto no es sólo obra del laborismo, a pesar de que los gobiernos de Tony Blair incidieron en esa labor destructiva. Oddie critica la Ley Infantil de 1989, bajo gobierno tory, que "abolió los derechos de los padres, les animaba a no pasar demasiado tiempo con sus hijos, que incluso concedía a los hijos la posibilidad de proceder legalmente contra sus padres por intentar meterles en vereda, que incluso perseguía el cachete si no era ´razonable´ y debilitaba la autoridad de los padres hasta convertir al hijo en una especie de co-padre".
Oddie también señala que desde los años sesenta "el divorcio ha sido cada vez más fácil de conseguir y se ha difundido la idea de que hay muchas formas de familia y de que el matrimonio es sólo una opción más. Y si considerabas que la paternidad o maternidad en solitario debía ser desaconsejada, en vez de animar a ella mediante el sistema fiscal y de subvenciones, entonces eras considerado un fascista".
"En los años 50", concluye Oddie, "todo el mundo, incluidos gobiernos de todos los colores, sabían que el matrimonio es la base de la estabilidad social. Así que no ha habido nada de inevitable en lo que ha sucedido tras la ´liberación´ de los años 60, llevada a cabo por ideologías de todo tipo, no la última el feminismo radical: ha sido un designio político deliberado. Así que lo que un designio político puede hacer, otro designio político lo puede deshacer".
Esperemos que sea eso a lo que David Cameron se refería con lo de evitar el "colapso moral", y que no se diluya el proyecto en cuanto se diluya en el tiempo el recuerdo del salvajismo vivido.
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